Sexualidad y COVID-19 Resultados de la Encuesta Amssac
Encuesta Sexualidad y COVID-19 Mayo 2020
Asociación Mexicana para la Salud Sexual, A.C.
RESUMEN EJECUTIVO DE RESULTADOS
- El 43 % de las personas que participaron reportó disminución en su conducta sexual
- El uso de videollamadas sexuales y sexting se ha incrementado en el 38% de las y los participantes
- El 8 % de las y los participantes percibe un incremento en la violencia en la pareja con el confinamiento
- La disminución de la conducta sexual en pareja se asocia con el grado depresión, ansiedad y estrés y con la violencia sufrida
Del 9 al 23 de mayo de 2020, en el marco de la jornada de sana distancia que se realizo en México a nivel federal, se realizo una encuesta en línea con el objetivo de conocer la forma en que el confinamiento ha modificado la conducta sexual, así como explorar como se relacionan estos cambios con los niveles de psicopatología (estrés, ansiedad y depresión) y los niveles de violencia sexual en la pareja, tanto ejercida como sufrida
¿Quién respondió la encuesta?
Durante el tiempo que estuvo disponible la encuesta, se registraron un número importante de participantes, de los cuales 1,785 cumplieron los requisitos de inclusión en el estudio. La edad promedio de las personas fue de 40 años con un rango de los 18 los 80 años, una mediana de 39 años, y con una desviación estándar de 12.62.
EL 66.23 % de las participantes se identificaron como del género femenino, y el 33.77% lo hicieron con el masculino. El grupo más grande de participantes fue el de solteras (39.17%), siguiéndose de cerca los casados (33.50%) y las que viven en union libre (15.26%), de hecho si se suman los casadas con los que viven en union libre se tiene al grupo mayoritario de participación (48.76%).
El nivel educativo más frecuente fue el de licenciatura (50.73%), seguido de los que tenían grado de maestría (27.36%), por lo que podemos afirmar que la encuesta fue respondida por un grupo social con alto nivel educativo. Las y los participantes pertenecen en su gran mayoría a la clase media (94.89%). El 49.94% de los y las participantes dijeron ser de religión católica, seguidos de los que dijeron no tener ninguna religión (40.70%).
De manera importante, el 86.47% de las personas, dijo estar respetando las medidas de la cuarentena y que solo salía cuando era necesario. Las personas participantes que estaban trabajando tiempo completo desde casa fueron el 33.80% y las que trabajaban medio tiempo desde casa fue un total de 16.68% totalizando 50.48% de personas trabajando desde casa.
Para ver mayor detalle sobre quién respondió la encuesta haga clic aqui
Cambios en la conducta sexual
Se utilizó una medida general para evaluar el cambio de conducta sexual, esta medida incluía el cambio en conductas sexuales clásicamente consideradas como tales (frecuencia coital, frecuencia de masturbación, pero tambien incluía otras conductas como las caricias, el uso de juguetes o pornografía). La mayor parte de participantes (52.78%) reportaron que no había cambiado su patrón de conducta sexual, pero un importante 43.08% reportaron que había disminuido. Solo un 4.14% reportó un aumento después de que inició el confinamiento. Este cambio es más notable en las mujeres participantes que en los hombres.
Además del género, la manera en que se vive el confinamiento resulta importante, en este sentido, la disminución más notable se presenta en las personas que viven solas y las que viven con niños. Entre los participantes que viven en pareja el cambio es menos pronunciado: 58.9% de mujeres y 66.10 % de hombres reportan sin cambio su vida sexual. Es decir, en las personas y parejas que viven solas y las parejas que viven con niños, los cambios en la conducta sexual son más evidentes. Los anterior podría deberse a la disminución en la privacidad percibida, ya que el 43.21% de las parejas que conviven en cuarentena con hijos y el 43.81% de quienes conviven con familia ampliada, sienten que la privacidad ha empeorado o es mucho menos que antes de la cuarentena.
Cuando se observa el cambio por tipo de conducta la disminución en la práctica de coito es más notable. 55.9% de las mueres y 48% de los hombres reportan disminución en la frecuencia de coitos.
El cambio en la conducta autoerótica (masturbación) alrededor del 40% no reporta cambio, y alrededor del 31% reporta disminución. Entre los participantes que viven solos hay una tendencia al aumento comparado con antes del confinamiento.
El uso de la pornografía ha aumentado entre el 36.8% de los hombres, siendo el cambio mas notable entre los hombres que viven en familia ampliada.
La práctica de las videollamadas sexuales y el sexting ha aumentado entre los hombres y las mujeres (37.7% y 39.3% respectivamente). Este aumento es más notable entre los participantes que viven en familia ampliada y las y los que viven solos.
En cuanto al uso de juguetes sexuales el 35.9% de las mujeres y 37,10% de los hombres reportan disminución en su uso. En cuanto a las mujeres que viven solas, 41.50% reporta un incremento en su uso.
Para ver gráficas interactivas sobre el cambio de conducta sexual analizado por distintas condiciones (género, con quién vive, etc) hacer clic aquí “Instrucciones: Para avanzar en el desglose de variable de estas gráficas, de clic en el circulo que muestra el valor promedio “
Problemas sexuales durante le confinamiento
Las y los participantes reportaron más problemas de disminución de deseo sexual y problemas para excitarse durante el confinamiento en comparación con el periodo anterior. Los otros problemas sexuales reportados no se acompañaron de un incremento significativo con respecto a antes del confinamiento
Para ver mayor detalle en los problemas sexuales reportados hacer clic aquí
Violencia con la pareja durante el confinamiento
El 8.06% de las y los participantes percibe un incremento en la violencia en la pareja con el confinamiento. No se encuentran diferencias entre hombres y mujeres en la frecuencia de este reporte.
Para medir el grado de violencia se utilizó una escala de 5 valores, donde 1 representaba nunca haber tenido la conducta y 5 el tenerla con mucha frecuencia. Cabe mencionar que las preguntas de esta escala se refieren a conductas violentas que pueden considerarse de baja intensidad. De esta manera se pudo obtener una apreciación de la intensidad de los niveles de violencia. Encontrándose que casi el 6 % reporta niveles significativos de violencia sufrida y casi el 7 % reconoce ejercer la violencia en pareja. Los hombres reportan mayor grado de violencia sufrida y las mujeres mayor grado de violencia ejercida.
Las conductas violentas, ejercidas o sufridas al menos una vez durante el confinamiento se reportar¡ç on con alta frecuencia.
Las conductas mas frecuentes de violencia ejercida reconocidas que ocurrieron al menos una vez fueron:
- Me he enojado cuando me contradice o no está de acuerdo conmigo: 62%
- He llegado a gritarle a mi pareja: 48%
- No tomo en cuenta las necesidades sexuales de mi pareja: 33%
- Le he dicho es culpable de nuestros problemas: 30%
- He llegado a insultar a mi pareja 29%
- He amenazado a mi pareja con abandonarlo/la: 23%
Las conductas mas frecuentes de violencia sufrida reportadas como vividas cuando menos una vez fueron:
- Mi pareja no toma en cuenta mis necesidades sexuales: 43%
- Mi pareja se enoja conmigo si no hago lo que él/ella quiere: 38%
- Mi pareja se pone celoso/a y sospecha de mis amistades: 36%
- Mi pareja me rechaza cuando quiero tener relaciones sexuales con él/ella: 35%
- Mi pareja vigila todo lo que yo hago: 30%
- Mi pareja ha llegado a insultarme: 28%
Violencia sexual durante el confinamiento.
La frecuencia con la que se reporta haber vivido violencia sexual durante el confinamiento es muy preocupante:
- 18.40 % de las mujeres reportaron haber recibido piropos o frases de carácter sexual que resultaron molestas
- 7.60 % de las mujeres reportaron que habían sido tocadas o manoseadas sin su consentimiento
- A 7.60 % de las mujeres han recibido insinuaciones o propuestas para tener relaciones sexuales a cambio de algo pero el 11.20% de los hombres lo reporta también
- 6.30% de las mujeres reportan haber sentido miedo de ser atacada o abusada sexualmente.
- 4.70 % de las mujeres reportan que se han tomado represalias por haberse negado a propuestas de índole sexual
Para ver mayor detalle sobre el panorama de la violencia reportada hacer clic aquí
“Instrucciones: Para avanzar en las siguientes gráficas, si lo desea, en el desglose de variable de estas gráficas, de clic en el círculo que muestra el valor promedio “
¿Qué se relaciona con qué?. Análisis de correlaciones
Las variables estudiadas: cambio de conducta sexual con el confinamiento, depresión, ansiedad, estrés, violencia sufrida y violencia ejercida.
El análisis se realizó haciendo correlaciones que permiten ver la asociación pero no la identificación de relaciones causales, lo que se puede afirmar es que cuando una situación cambia en un sentido, la otra situación cambia en el sentido señalado, pero no se puede decir que una cause la otra. :
A mayor disminución de conducta sexual en pareja:
- Más depresión
- Más estrés
- Mas ansiedad
- Mayor violencia total en la pareja
- Mayor violencia sufrida en la pareja
A mayor nivel de violencia ejercida en la pareja
- Mayor disminución de la conducta autoerótica
- Mayor depresión
- Mayor ansiedad
- Mayor estrés
- Mayor violencia sufrida
A mayor nivel de violencia sufrida en la pareja:
- Mayor la disminución de la conducta sexual en pareja
- Mayor depresión
- Mayor estrés
- Mayor ansiedad
- Mayor violencia total en la pareja
Para ver mayor detalle en los análisis de correlaciones hacer clic aquí
Conclusiones y recomendaciones
El confinamiento que se ha hecho necesario ante la pandemia de COVID-19 ha modificado la vida sexual de los encuestados. Un porcentaje importante ha disminuido la frecuencia de sus encuentros sexuales. El cambio no es uniforme y parece depender de las condiciones de convivencia y de otras condiciones como la presencia de violencia y de problemas en la salud mental como depresión, ansiedad y estrés.
La conducta sexual parece ser un buen indicador de la presencia de otros problemas. Se recomienda a la población verificar si la disminución en la vivencia del erotismo es indicación de la presencia de violencia en la pareja o de problemas como la depresión y la ansiedad. La detección oportuna de estos problemas ayuda a la eficacia del tratamiento que está a disposición de la población.